Empezamos la semana con un reto para ti, ¡patatero o patatera fan de Mister Chippy! ¿Piensas que no tienes rival para hacer unas patatas fritas que se salgan de lo común? Sabemos que hay tantos gustos como colores (o más), pero hoy queremos traerte algunos consejos para conseguir unas patatas fritas que alcancen el súmmum del sabor, o al menos se acerquen... ¡No te los pierdas!
Qué sería de nuestra gastronomía si no hubieras conocido, importado e integrado en nuestra dieta las patatas, ¿verdad? En Mister Chippy amamos literalmente a nuestro producto estrella y por eso en este artículo queremos darte algunos sencillos trucos para que te queden perfectas. ¡Vamos allá!
Pela, corta y... ¡lava!
Vale, vale... Sabemos que es lógico, pero muchas veces las cosas que se dan por sentadas, ¡se olvidan! Al igual que hacemos con nuestro primer proceso para manipular y envasar los productos frescos (en este caso, nuestras fantásticas patatas), el pelado y el cortado son esenciales. Pero para conseguir una patata frita rica y lo más saludable posible, las debemos lavar bien y escurrirlas antes de freírlas o de cocerlas antes de freírlas.
¿Por qué? Así eliminamos el exceso de almidón y conseguiremos una textura más crujiente y menos pastosa. ¡Y lo notarás, también, en el sabor!
Cuece las patatas antes de freírlas
Puede parecer incongruente o innecesario, pero lo cierto es que si cueces durante 10 minutos las patatas que ya has pelado, cortado y lavado, el resultado al freírlas será espectacular. ¡Ojo! No hay que pasarlas directamente de la cazuela a la sartén o podríamos hacer un estropicio.
Lo que haremos, una vez estén cocidas nuestras patatas, será escurrirlas bien y colocarlas en una bandeja (bien separadas las unas de las otras) para intentar eliminar todo el exceso de humedad. Puedes utilizar papel de cocina con mucho cuidado o incluso introducirlas en el congelador durante una hora para conseguirlo.
Recuerda: ¡una patata menos húmeda es una patata más crujiente!
Doble fritura: doble sabor
Los belgas, que entienden bastante sobre cómo hacer unas buenas patatas fritas, las fríen dos veces para conseguir esa textura y ese sabor únicos. Aunque pudiera parecer poco saludable, si seguimos los pasos anteriores y utilizamos aceites de calidad y ecológicos, freír dos veces nuestras patatas marcarán la diferencia.
Pero esta "doble fritura" no se puede hacer a la virulé: primero lo hacemos a 130º (fuego suave) hasta dorarlas ligeramente y, justo antes de servirlas, subiremos el fuego hasta 180º y las volveremos a introducir en el aceite hasta conseguir que se doren a nuestro gusto.
Elimina el exceso de aceite
Una vez hayamos retirado del fuego nuestras patatas, ya fritas, podemos utilizar papel de cocina o un escurridor de pasta para eliminar el exceso de aceite. Esto lo haremos por dos razones: para quitarle la sensación y textura de patata "grasosa" y para conseguir que sean lo más saludables posible.
¡Y no te olvides de utilizar aceites de calidad!
Sazonar: ¿antes o después?
Aunque se puede considerar una cuestión de preferencias, lo cierto es que no es una buena idea sazonar o salpimentar las patatas antes de freírlas. El famoso chef Heston Blumenthal, propietario del restaurante The Fast Duck (tres estrellas Michelín), recomienda hacerlo siempre después de freírlas, ¡así que hazle caso!
Sin embargo, en la cocina mediterránea y la gastronomía de nuestro país no es raro potenciar el sabor de las patatas utilizando un diente de ajo en el aceite (antes de y durante la fritura), incluso incluir pimiento y/o cebolla en las patatas... Pero hoy queríamos conseguir unas patatas fritas clásicas y perfectas, ¡que sean ellas y solo ellas las protagonistas!
¿Crees que las tuyas son las patatas fritas perfectas?
¡Anímate! ¡Queremos ver lo buen o buena cocinillas que eres!
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