En Mister Chippy siempre ponemos énfasis en la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable. Pero tan importante como hacerlo es lavar correctamente los alimentos antes de consumirlos. En este caso no pecamos por mucho sino por poco. Es fundamental realizar una limpieza adecuada para prevenir determinadas infecciones o intoxicaciones. Por eso hoy queremos profundizar más en esta práctica para que aprendamos juntos cómo lavar correctamente las frutas, verduras y hortalizas. Toma nota
Por qué es importante lavar las frutas, verduras y hortalizas previo a consumirlas
Es una realidad, y una recomendación, que las frutas, las verduras y las hortalizas son alimentos que debemos incluir en nuestra dieta e incluso consumir a diario ya que presentan una cantidad de propiedades para nuestro organismo que no hacen más que beneficiarlo. No obstante, si no realizamos una adecuada limpieza de estos productos el resultado no será del todo positivo.
Popularmente hemos escuchado muchísimas veces que si lavamos los alimentos para guardarlos estos perderán sus nutrientes. Según expertos no es el lavado lo que hace que no mantenga sus beneficios sino una mala conservación del mismo. Es decir, vegetales pochos que contaminen vegetales sanos, no almacenarlos de manera adecuada, etcétera.
Tanto las frutas como las verduras y hortalizas están en continuo contacto con la tierra, ya sea porque crecen dentro de ella o porque están en el entorno. En la tierra existe la presencia de gérmenes y bacterias que pueden causar determinados padecimientos como intoxicaciones, alergias o en algunos casos infecciones. Sin embargo, no solo pueden contaminarse en la parte inicial del proceso, también pueden hacerlo en el almacenaje, el transporte o la manipulación. Por lo cual, la higiene de los alimentos, y de nuestras manos, es un aspecto fundamental para una alimentación cien por cien saludable.
En alguna instancia os ha pasado o conocéis a alguien que ha tenido una intoxicación alimentaria, sobre todo en los meses de verano. Gran parte de estos casos se desencadenan a partir de no desinfectar correctamente los alimentos, más aún cuando vamos a consumirlos crudos. Cabe destacar igualmente que vivimos en una sociedad con unos parámetros de seguridad alimentaria fiables y estos productos también están sujetos a dicha normativa. De todos modos, en este contexto menos no es más.
Ahora sí, ¿cómo lavarlas?
En lo que respecta a la limpieza de las frutas, verduras u hortalizas nunca pecamos por poco. Cuando más las lavemos, cuanto más exhaustiva sea esa limpieza más se reducirán las probabilidades de que persistan los gérmenes o las bacterias. Es importante recordar que no es suficiente con colocar las piezas unos segundos bajo el grifo y listo. Como bien venimos mencionado hay un determinado proceso que debemos seguir.
Pasos iniciales: lavarse las manos y asear la zona de trabajo.
Para comenzar debemos llevar un correcto aseo de las manos. Antes de manipular los alimentos debemos asegurarnos que nuestras manos estén completamente limpias, para ello es necesario lavarlas durante unos 20 segundos. También debemos asear la zona y los utensilios con los que vamos a trabajar: lavar la encimera, la tabla de picar, cuchillos, bayetas, cepillos, etcétera.
Una vez resuelto el tema de la limpieza nos disponemos a lavar los alimentos. Es importante remarcar que no vamos a hacerlo con jabón ya que es posible que la fruta se contamine y que terminemos intoxicándonos de igual modo.
Lavar las frutas, verduras y hortalizas enteras.
Ahora sí, ya tenemos todo listo así que llega el momento del lavado. Vamos a colocar en remojo los alimentos a desinfectar, pero no vamos a cortarlos. La mejor forma de hacerlo es con la pieza entera para evitar de esta forma que los patógenos presentes en la piel se trasladen al interior del alimento. No importa si vamos a consumir la pieza con o sin piel.
Por lo tanto, colocamos los alimentos en un recipiente con agua para dejarlos unos minutos en remojo. Si las verduras o frutas tienen un exceso de suciedad (por ejemplo, de tierra) podemos utilizar un cepillo de cerdas suaves para retirarlas. Otra cosa que podemos hacer es servirnos de la ayuda de algunos productos naturales para garantizarnos que la limpieza será completa.
Una de nuestras recomendaciones es utilizar vinagre para desinfectar correctamente las frutas, verduras y hortalizas. El vinagre es uno de los mejores desinfectantes naturales que existen, tiene efecto antimicrobiano y elimina cualquier clase de bacterias. Es bueno para la salud y además no tiene efectos tóxicos. Sin mencionar que es económico y que podemos comprarlo en cualquier punto de venta. Lo que tenemos que hacer es diluir un vaso de vinagre en un litro de agua y dejar durante 10 minutos los alimentos en remojo.
Otra opción puede ser el bicarbonato de sodio, que también es económico y fácil de conseguir. En este caso lo que haremos es diluir una cucharada de bicarbonato en un litro de agua, colocamos las piezas de frutas, verduras u hortalizas y las dejamos en remojo durante unos 10 minutos aproximadamente. Al igual que con el vinagre, pasados esos 10 minutos debemos proceder a aclarar bien las piezas.
Popularmente conocemos las propiedades desinfectantes y antibacterianas que tiene el limón, combinándolo con el vinagre podremos fabricar un desinfectante natural de excelente calidad que eliminará cualquier patógeno que pueda existir en las frutas y verduras. Para hacerlo necesitaremos agua, vinagre y limón en una relación de tres partes de agua por una de vinagre y limón. Luego de remojar los alimentos en este espectacular limpiador procederemos a aclarar y secar con toallas de cocina o alguna bayeta limpia.
Cuidado especial de algunos alimentos.
Aunque es necesario limpiar todos los alimentos hay algunos que requieren un tratamiento especial. Un ejemplo de esto son los vegetales con hojas como las lechugas o cogollos, también el jengibre, el brócoli, la coliflor, entre otros.
Vegetales de hoja:
La mejor forma de lograr una limpieza completa es lavando por separado las hojas de lechuga. Una inmersión de las hojas nos ayudará a ablandar la tierra que puedan contener. Luego, debemos aclararla bien bajo el chorro de agua corriente. Si las hojas de fuera están pochas o feas procederemos a descartarlas.
Para secarlas podemos utilizar toallas de cocina o sencillamente un centrifugador de verduras.
Raíces y tubérculos:
Patatas, zanahorias, jengibre, rábanos… Debemos enjuagarlos, pelarlos (en caso de que sea necesario) y volverlos a lavar. En este tipo de producto podemos emplear la limpieza del vinagre que os recomendamos anteriormente.
Brócoli, coliflor y símiles:
Lo idea es sumergirlos en agua durante unos cinco minutos. Luego procederemos a enjuagarlas y secarlas. Este es otro de los alimentos que también podremos limpiar con los desinfectantes naturales que os recomendamos en el apartado anterior.
Frutas de consistencia firme:
En este caso procederemos a lavar las frutas directamente con agua o con un cepillo suave en caso de que sea necesario. Es importante recalcar que da igual si vamos a consumir la fruta con o sin piel, debemos lavarla para evitar que se contamine.
En el caso de melones y sandías la recomendación, además de lavar la piel, es la de utilizar dos cuchillos distintos. Uno para cortar las tajadas y otro diferente para la pulpa.
Frutas de consistencia más o menos blanda:
Dentro de este grupo encontraremos frutas como frambuesas, cerezas, moras, entre otras. Este tipo de alimentos conviene lavarlos a la hora de consumirlos. Lo que debemos hacer es revisar una por una las piezas y descartar todas aquellas que estén en mal estado o los ejemplares mohosos, de esta forma evitaremos que afecten al resto.
Setas:
En el caso de las setas la limpieza es distinta. Este tipo de productos no debemos mojarlos ni sumergirlos, por el contrario, debemos humedecer un paño de cocina y limpiar una a una las setas.
A modo más ilustrativo os dejamos este video de Mi cocina y mucho más donde explica de manera clara cómo limpiar estos alimentos.