Además de ser deliciosas, cuando preparamos patatas al horno o cocidas obtenemos multitud de beneficios para la salud. Aquí te explicamos 5 de ellos.
Cuando hablamos de la patata, estamos hablando de la piedra angular de muchas de las recetas de la cocina mediterránea. Quizás ignoramos que, además de su excelente sabor y la facilidad para cocinarlas, la patata nos proporciona muchos efectos beneficiosos para nuestra salud. Cocinadas al horno, asadas o al vapor, las patatas son un gran aliado para nuestras defensas y nuestro organismo. Te contamos qué pueden hacer las patatas por ti:
Ayudarte a mantener un intestino sano
La patata aporta una cantidad de fibra considerable cuando se cocina al horno o al vapor. Incluirla en nuestra dieta nos permitirá conseguir, con tan sólo una patata al horno, más del 10% de la cantidad de fibra diaria recomendada. También ayuda a regular el tránsito intestinal y facilita la digestión. Si la comemos con piel (asegurándonos de que esta no esté descolorida ni presente marcas) el contenido de fibra es incluso mayor.
Aportarte vitaminas esenciales para tu organismo
Es un detalle poco conocido, pero la patata es el alimento rico en almidón que más vitamina C proporciona. Por otra parte, las cantidades de vitaminas del grupo B que aporta la patata también son considerables. En consecuencia, nuestro metabolismo digerirá mejor los carbohidratos (generando más energía) y notaremos que nuestra piel estará más sana, por no hablar de los efectos beneficiosos para nuestro sistema nervioso y nuestras defensas.
Ayudarte a perder peso
Si estás realizando alguna dieta para perder peso (¡consulta siempre a una persona experta en nutrición!), la patata es tu amiga. Al contener carbohidratos, minerales, nutrientes complejos y un bajo índice glucémico, tu estómago tendrá la sensación de saciedad durante más tiempo. Todo esto teniendo en cuenta que una pata cocida de una manera correcta aportará tan solo 26 calorías y una ración, alrededor de 140. ¡Y prácticamente libre de grasa!
Mejorar las funciones cerebrales
La combinación de minerales, vitaminas, ácidos grasos y aminoácidos que se encuentran en la patata te ayudarán a mejorar tu memoria e impulsarán la actividad de tu cerebro. La vitamina B6, en concreto, ayuda a la renovación celular (lo que supondrá un equilibrio en tu estado de ánimo). La patata incluso produce una hormona (GABA, ácido gamma-aminobutírico) que ayuda a reducir el estrés, a relajarse y a dormir mejor.
Prevenir enfermedades cardiovasculares
La patata, aunque pueda parecer mentira, si se cocina al vapor o al horno, nos ayudará a evitar patologías relacionadas con el corazón y las arterias. El consumo de este alimento reduce los niveles de homocisteína (implicado en la inflamación vascular), disminuye los niveles de LDL (el conocido como “colesterol malo”), mantiene nuestros vasos sanguíneos libres de grasas y ayuda a reducir la presión arterial.
Existen muchos otros beneficios que nos proporciona el consumo de la patata o la inclusión de esta en nuestra dieta habitual. ¿Conoces alguno que no aparezca en este listado? ¡Déjanos un comentario explicándolo!